La apuesta de Cupra por la competición eléctrica comenzó en 2017, con el primer turismo de competición totalmente eléctrico. Un proyecto del que surgió posteriormente el Cupra e-Racer, que en 2021 conquistó el primer campeonato de turismos eléctricos del mundo: PURE ETCR (ahora FIA ETCR).
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Innovación
La participación en los campeonatos de PURE ETCR y Extreme E también ayuda a Cupra a investigar para que sus vehículos eléctricos de calle sean más eficientes y sostenibles. Por ejemplo, en el Cupra Tavascan del campeonato Extreme E se está trabajando con una carrocería fabricada en fibra de lino de bajo impacto ambiental, ya que es un material sostenible y reciclable. Las pruebas efectuadas en la competición evaluarán su viabilidad para trasladarlo a los modelos de producción.
Asimismo, muchas de sus piezas han sido fabricadas con tecnología de impresión en 3D. Una tecnología que la marca ya puso a prueba con el desarrollo del Cupra León Competición, y que permite crear nuevos repuestos o nuevas piezas en menor tiempo, utilizando menos recursos.