¿Crees que conducir se limita a seguir las directrices de una serie de señales de tráfico durante un trayecto? Si es así estás muy equivocado. La vida es algo más que cumplir las normas de la nueva ley de tráfico… También tienes que saber entender lo que pasa en todo tu entorno y actuar en consecuencia con ciertos márgenes de flexibilidad.
La conducción de un vehículo conlleva también una parte importante de interpretación del contexto según la cual tienes que saber adaptarte a la situación cambiante del tráfico. Esa siempre va a ser una facultad presente en el manual de todo buen conductor.
1A veces, las señales no lo son todo
Existen momentos concretos en los que hay excepciones que condicionan el reglamento general de circulación. Esto no quiere decir que puedas saltarte las normas a la torera. Simplemente, implica no llevar la ley a rajatabla hasta las últimas consecuencias si hay una situación desfavorable alrededor.
Si no te haces a la idea exactamente de cuáles pueden ser estos casos, acompáñanos en estas líneas para descubrir, por ejemplo, cuándo debes bajar la velocidad al volante, aunque la señalización te esté diciendo justamente lo contrario.