En plena operación retorno del verano, con casi 7 millones de familias que regresan a casa en coche después de las vacaciones est¡vales, irrumpe en España una nueva DANA (depresión aislada en niveles altos) que dejará lluvias torrenciales y tormentas de granizo y que ha hecho activar la alerta naranja en algunos territorios.
Aunque lo recomendable es no coger el coche si no es estrictamente necesario, si no hay más remedio que hacerlo habrá que extremar las precauciones al máximo porque te puede sorprender una tromba de agua en cualquier momento y esas lluvias abundantes, concentradas en puntos determinados, son un peligro real que pone en riesgo la seguridad en carretera.
Según la AEMET, las zonas más afectadas por la DANA –lo que antes conocíamos como gota fría– serán el tercio norte peninsular, en concreto Aragón, Cataluña, este de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia, con especial atención a Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana, donde se prevén precipitaciones muy intensas.
Durante la DANA se pueden presentar situaciones adversas al volante como trombas de agua, riadas, tormentas, etc… ¿Qué hacer en situaciones como esta si vamos conduciendo?
3Antes de salir de viaje
Con lluvia, la carretera se vuelve más peligrosa. Y no digamos si esta es intensa o te sorprende una tormenta. La visibilidad disminuye, la superficie es más deslizante y las ruedas se agarran menos al asfalto, el coche tarda más tiempo en frenar, etc… Por eso, lo primero que debemos hacer antes de emprender el viaje es consultar el pronóstico del tiempo y mantenernos informados sobre la evolución de las condiciones meteorológicas de las carreteras por las tengamos que circular.
Esto nos permitirá retrasar o adelantar el momento de la salida en función de si las condiciones del tiempo son más o menos favorables y también cambiar la ruta o mantenerla si la DANA está en un momento de mayor intensidad en el lugar por el que vayamos a circular.
Por supuesto, se recomienda circular en la medida de lo posible por autopistas y autovías y revisar que el vehículo se encuentra en perfectas condiciones para hacerlo con seguridad, comprobando los elementos críticos, como pueden ser los neumáticos, los frenos, las luces o los limpiaparabrisas.