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Cómo proteger tu coche de sus dos grandes enemigos en las vacaciones

¿Sabías que un coche que permanece mucho tiempo en un lugar de costa o zona de playa puede verse afectado por la arena, el sol, el salitre y la humedad? Estos factores pueden provocar corrosión y oxidación de algunos elementos mecánicos del vehículo y, por supuesto, de aquellos otros que no lo son.

Norauto, la cadena de mantenimiento integral del automóvil, recoge aquellas medidas que se pueden poner en práctica para cuidar al máximo el coche cuando se veranea en la playa.

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Vigilando la corrosión y oxidación

Arena de la playa

La brisa propia del mar favorece la corrosión de los materiales. A esto hay que añadir la humedad de estas zonas costeras y las altas temperaturas del verano. Un cúmulo de factores que hacen que los coches que están en estos lugares de veraneo se vean afectados, sobre todo, por la corrosión y la oxidación.

Hay que tener en cuenta que no se trata únicamente de un deterioro exterior. El salitre puede afectar a los elementos metálicos y el motor y, por supuesto, el interior del vehículo puede verse deteriorado por la presencia de arena, humedad y calor.

La elevada humedad también puede perjudicar al sistema eléctrico del vehículo. De hecho, pueden surgir problemas con el alternador o el motor de arranque. Igualmente, las altas temperaturas afectan a la batería y los neumáticos, que pueden provocar un desgaste prematuro.

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