Rodrigo De Paul, mediocampista del Atlético de Madrid y pieza clave en la selección argentina campeona del mundo, no solo destaca en los terrenos de juego por su talento y entrega, sino también por su gusto por los coches exclusivos. En sus recientes llegadas a los entrenamientos del club colchonero, ha captado todas las miradas a bordo de un espectacular Rolls-Royce Wraith personalizado, valorado en aproximadamente 400.000 euros.
Este no es un modelo cualquiera. Lo primero que llama la atención es su kit de ensanche de carrocería, que incrementa la anchura del vehículo en 13 centímetros en el eje trasero y 7 centímetros en el delantero. Como resultado, el ancho total de la parte trasera alcanza los 2,08 metros, una cifra que subraya su imponente presencia en la carretera.
De Paul arriba de su Rolls-Royce
Los detalles en fibra de carbono son protagonistas en esta preparación. Las aletas ensanchadas están fabricadas con este material ligero y resistente, al igual que las taloneras y los paragolpes. En particular, el paragolpes delantero ha sido diseñado para optimizar la carga aerodinámica, reduciendo el ‘lift’ o elevación del eje delantero a altas velocidades, garantizando así una mejor estabilidad y control del coche.
Las llantas forjadas también son una declaración de intenciones. Fabricadas por el especialista estadounidense Vossen, tienen un diámetro de 22 pulgadas y resaltan aún más el carácter robusto y deportivo del Rolls-Royce. Complementando esta estética, el vehículo cuenta con una suspensión neumática que reduce la altura de la carrocería en 4 centímetros, otorgándole una postura más agresiva y una mejor respuesta dinámica.
Detalles técnicos del Rolls-Royce de De Paul
Bajo el capó se encuentra el corazón de este Rolls Royce Wraith: un motor V12 biturbo de 6,6 litros. Aunque de fábrica ya ofrece 632 CV y 820 Nm de par motor, tras pasar por las manos de Spofec, sus prestaciones se elevan hasta los 717 CV y 986 Nm. Gracias a esta mejora, el coupé de lujo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos. La velocidad máxima sigue limitada a 250 km/h, aunque la sensación de poder que transmite está fuera de toda discusión.
Con esta auténtica obra de arte sobre ruedas, Rodrigo De Paul no solo reafirma su pasión por los coches exclusivos, sino que también se consolida como uno de los futbolistas con mejor gusto automovilístico. Cada vez que abandona las instalaciones del Atlético de Madrid, su vehículo personalizado se convierte en el centro de todas las miradas, demostrando que su dominio no se limita a los estadios, sino que también se extiende a la carretera.