Repostar gasolina es una tarea habitual para cualquier conductor, pero lo que puede parecer un simple trámite de rutina tiene un impacto directo en la salud de tu vehículo. Más allá de la cuestión del precio de los combustibles, que suele monopolizar la atención, hay razones técnicas y prácticas que justifican mantener el depósito de gasolina de tu coche al menos de la mitad para arriba. Si eres de los que esperas a que la aguja roce el límite de reserva para repostar, presta atención: podrías estar perjudicando tu coche sin saberlo.
1Menos aire, menos humedad
Uno de los argumentos más sólidos para mantener el depósito lleno está relacionado con la humedad y la oxidación. Cuando el depósito está parcialmente vacío, la cantidad de aire en su interior aumenta. Ese aire contiene humedad que, con el cambio de temperaturas, puede condensarse en forma de pequeñas gotas de agua. Estas gotas pueden depositarse en el fondo del depósito y entrar en contacto con partes metálicas, favoreciendo su corrosión.
El agua en el sistema de combustible también puede dañar la bomba y los inyectores. Aunque los vehículos modernos están equipados con filtros para eliminar el agua, un exceso de humedad puede sobrecargar estos sistemas, reduciendo su eficacia y aumentando el riesgo de averías. Además, los combustibles de calidad con aditivos especiales ayudan a minimizar la condensación, pero esto no exime de la importancia de mantener el depósito lleno.