El cambio de hora siempre trae consigo alteraciones en nuestra rutina y, en muchos casos, en nuestra salud. Pero hay un aspecto crucial que a menudo se pasa por alto: cómo influye en nuestra manera de conducir. Pasar al horario de invierno no solo significa que los días se acortan y las noches duran más; también afecta a nuestras capacidades al volante. A partir del próximo domingo, tu forma de conducir no será la misma.
4Cuidado con los cambios climatológicos
El cambio de hora no solo afecta la cantidad de luz disponible para conducir. También suele coincidir con la llegada de condiciones climatológicas adversas. La lluvia, niebla…, y en algunas zonas, la nieve, pueden hacer que la conducción sea más peligrosa. Estas condiciones no solo reducen la visibilidad, sino que además aumentan la distancia de frenado y disminuyen la adherencia de los neumáticos al asfalto.
Por eso, es crucial adaptar la conducción a las condiciones del clima. Reducir la velocidad y mantener una mayor distancia de seguridad con el vehículo que te precede son dos medidas básicas para evitar accidentes en condiciones adversas. También es recomendable revisar periódicamente el estado de los neumáticos: que tengan la presión adecuada y suficiente dibujo para evitar el aquaplaning.
