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Así detiene la policía un autobús robado… con mucha chapa de por medio

Los policías estatales de Arkansas tienen una reputación bien ganada: no les tiembla el pulso a la hora de detener a un conductor en fuga, aunque esté conduciendo un autobús. La maniobra PIT, su herramienta predilecta para hacer girar un vehículo hasta que el sospechoso se rinda, es casi una marca registrada de sus intervenciones.

¿Qué pasa cuando el vehículo en cuestión no es un sedán compacto, sino un autobús de gran tamaño? En esta ocasión, las autoridades tuvieron que recurrir a un método diferente, uno que implicó balas y un gran despliegue policial. En un video que se viralizó por todas las redes, se ve como realizan su protocolo de forma perfecta para detener a este sospechoso.

Video de la detención el autobús

Todo comenzó la madrugada del 29 de agosto de 2024, cuando un individuo presuntamente robó un autobús Prevost en Little Rock. El robo pasó desapercibido por unas horas, pero alrededor de las 7:40 a. m., los agentes estatales localizaron el vehículo y procedieron a interceptarlo. El conductor, lejos de rendirse, pisó el acelerador y comenzó una fuga que, por obvias razones, no fue precisamente rápida.

La persecución tomó un giro peculiar cuando uno de los patrulleros intentó aplicar la maniobra PIT contra el autobús de 40.000 libras. Como era de esperar, el intento fue un rotundo fracaso. Sin embargo, el sospechoso quedó momentáneamente atrapado al ingresar a una estación de trenes. Parecía el fin de la fuga, pero en un movimiento inesperado, logró cruzar las vías y continuó su escape, prolongando el dramático episodio.

El final de la persecución del autobús

El final de la persecución del autobús

Fue entonces cuando los agentes de Arkansas tomaron una decisión drástica. Aprovechando que el autobús había reducido su velocidad, uno de los oficiales bajó de su patrulla, corrió hacia el vehículo en movimiento y, con una escopeta en mano, disparó directamente a los neumáticos. El plan funcionó a la perfección: con las llantas destrozadas, el autobús quedó inutilizado y el sospechoso no tuvo otra opción que rendirse.

El conductor, cuya identidad no ha sido revelada, fue arrestado en el acto y ahora enfrenta una larga lista de cargos, que incluyen robo, huida, daños a la propiedad y abandono del lugar de un accidente. Mientras tanto, la fiscalía analizó el uso de fuerza por parte del oficial y concluyó que su acción fue justificable dentro del marco legal. Un detalle no menor es que el sospechoso salió ileso de la operación, un desenlace que no siempre se da en este tipo de persecuciones.