La Dirección General de Tráfico, DGT, ha puesto un total de 2.809 multas en los últimos días en el marco de una campaña de inspección de autobuses escolares, que se realiza anualmente. Aunque la mayoría de las denuncias formuladas tienen como origen cuestiones administrativas, el organismo de Tráfico advierte de que han crecido las sanciones por motivos como no respetar los tiempos de conducción y descanso, por no utilizar los cinturones de seguridad o por el positivo en drogas de los conductores.
La campaña de la DGT tuvo lugar entre los días 22 y 26 de mayo y en la misma los agentes de tráfico controlaron 3.575 vehículos, de los que casi la mitad, algo más del 45%, fue sancionado con un total de 2.809 denuncias formuladas. A esta campaña se suma la de inspección de vehículos que se está realizando este mes de junio, en la que se comprueban elementos del coche como neumáticos, frenos, luces, etc, además de verificar que se ha pasado la correspondiente ITV.
La campaña de inspección de autobuses escolares, que realiza la DGT de forma periódica, tiene objetivo la vigilancia de los vehículos dedicados al transporte escolar y de menores, con el fin de comprobar que cumplen la normativa establecida para este tipo de transporte.
En los cinco días que duró la campaña se sancionó a un total de 1.622 vehículos con un total de 2.809 denuncias formuladas, es decir, que algunos de ellos acumulan más de una multa. La DGT explica que este porcentaje es mayor que los registros de las últimas campañas específicas realizadas en estos pasados años.
Multas de la DGT por positivo en drogas o por no utilizar el cinturón
Según el organismo de Tráfico, sí se mantienen estables las infracciones más frecuentes de este tipo de vehículos, que son sobre todo irregularidades administrativas. En concreto, los agentes impusieron 825 multas por no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar y 423 por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada, tal y como exige la ley.
Entre los hechos destacables, la DGT señala que «ninguno de los conductores de transporte escolar controlados durante la campaña dio positivo en los controles preventivos de alcohol realizados por los agentes», pero cita expresamente que, por el contrario, en 14 de ellos sí se detectaron presencia de drogas en el organismo cinco 5 fueron sancionados por incumplir los límites de velocidad establecidos.
Respecto al uso del cinturón de seguridad en aquellos vehículos que los llevan incorporados, en las inspecciones realizadas por los agentes se constató que en 51 de los vehículos que disponían de estos sistemas de retención no se hacía uso de ellos por presentar anomalías en su funcionamiento. Una cifra que, aún siendo pequeña en el total de los vehículos controlados, ha crecido un 1,6% con respecto a la última campaña que se llevó a cabo en diciembre de 2022.
Otras de las infracciones detectadas por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil fue que 100 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento y otros 29 fueron denunciados por no tener al día la Inspección Técnica de Vehículos, ITV.
En lo que se refiere a la señalización obligatoria que deben llevar estos autobuses, 189 de los vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar, un porcentaje que también ha crecido en 3 puntos con respecto al de la última campaña, y otros 19 carecían del dispositivo luminoso con señal de emergencia.
A esto se añade que un total de 41 conductores fueron denunciados por no llevar a bordo del autobús a una persona encargada del cuidado de los menores cuando así procedía y otros 24 por exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso.