El 6 de diciembre, mientras muchos españoles disfrutaban del puente de la Constitución, el Boletín Oficial del Estado (BOE) escondía entre sus páginas una noticia de impacto histórico: la Guardia Civil de Tráfico abandonará las carreteras de Navarra. Esta medida marca un antes y un después en la gestión de la seguridad vial en la Comunidad Foral, que asume ahora plenas competencias gracias a un controvertido acuerdo entre Moncloa y el Gobierno de Navarra.
2El precio político: una concesión a EH Bildu
El traspaso de competencias no solo responde a una demanda histórica del Gobierno navarro, liderado por la socialista María Chivite, sino también a compromisos políticos adquiridos por Pedro Sánchez para garantizar su estabilidad parlamentaria. Según diversas fuentes, esta cesión fue una de las condiciones de EH Bildu para apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2023.
A pesar de que la transferencia estaba prevista para marzo del año pasado, los retrasos en la tramitación legislativa han hecho que se materialice más de un año después de lo prometido. Este aplazamiento, sumado a la falta de explicaciones públicas por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha generado un malestar creciente tanto en el ámbito político como dentro de la Guardia Civil.