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0,2 gr/l: El nuevo límite de alcoholemia de la DGT entra en vigor este día

El cambio que propone la DGT es inminente. En un esfuerzo por reducir las muertes en carreteras, el Congreso ha dado luz verde a una nueva proposición no de ley que reduce la tasa de alcohol permitida a todos los conductores en España. El nuevo límite será de 0,2 gramos por litro de sangre, mucho más estricto que el actual de 0,5 gramos. Además, el límite en el aire espirado también sufrirá una rebaja considerable, pasando de 0,25 miligramos por litro a 0,10 miligramos.

Este ajuste pretende alinearse con las normativas de países europeos como Suecia, Polonia y Estonia, que ya imponen esta misma restricción. La medida es una respuesta directa a los datos de alarmantes de siniestralidad en España: en 2023, se constató que el alcohol estuvo presente en el 29% de los accidentes mortales. A pesar de años de campañas de concienciación, el consumo de alcohol sigue siendo la segunda causa de mortalidad en las carreteras españolas.

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¿Cuándo entrará en vigor?

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Aunque la propuesta ya ha sido aprobada en el Congreso, aún falta que el Ministerio del Interior redacte la ley que permitirá la modificación del Reglamento General de Circulación. Se espera que el nuevo límite de alcoholemia entre en vigor en 2025, dando así tiempo a los conductores ya las autoridades para adaptarse a las nuevas normas. Mientras tanto, las campañas de concienciación sobre los peligros del alcohol al volante seguirán siendo una prioridad.

Este cambio no solo tendrá implicaciones en la conducción diaria, sino también en eventos especiales como bodas o cenas, donde normalmente el alcohol está presente. Las alternativas, como el «conductor designado» o el uso de transporte público, serán más importantes que nunca para evitar riesgos innecesarios en la carretera.

Con esta nueva normativa, España da un paso más en su compromiso con la seguridad vial, siguiendo el ejemplo de otros países europeos que ya han adoptado tasas más estrictas de alcoholemia. La pregunta ahora es si los conductores estarán dispuestos a adaptarse a este cambio y si, como sociedad, podremos reducir el impacto devastador del alcohol en nuestras carreteras.

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