El presupuesto que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT) es importante, imponente y desorbitado; por ello cuenta con un amplio abanico de medios para tratar de dar caza a los escurridizos infractores a lo largo y ancho de las carreteras españolas. Cada vez son más esas múltiples formas de pillar a los conductores… pero también mejores.
Además de los archiconocidos drones, los coches camuflados y los radares fijos o móviles, también existen unos invitados aún más sofisticados y caros que los anteriores: los helicópteros Pegasus. Estos cuentan con dos cámaras y pueden captar hasta 360 kilómetros por hora, así que no es pretencioso decir que prácticamente ningún vehículo del mundo puede escapar a su alcance. De hecho quizá te saquen una foto sin que lo sepas.
3El potencial sancionador de los helicópteros para la DGT
Ahora bien, aunque todo el mundo ha oído hablar de los helicópteros Pegasus, son muchos los conductores que se cuestionan día tras día cuál es su funcionamiento real a la hora de sancionar. ¿Pueden pillarnos in fraganti desde tan arriba? Pues bien, has de saber que el radar tiene un alcance de hasta 1 kilómetro para detectar los vehículos que circulan por encima de la velocidad máxima permitida.
Además, la cámara que llevan puede capturar imágenes a 300 metros de altura. Esto es clave para vigilar otras infracciones, como por ejemplo el uso del teléfono móvil al volante o no llevar puesto el cinturón de seguridad, que cada vez acarrean sanciones mayores. En cuanto detecta alguna infracción, Pegasus registra la matrícula del vehículo, así que a partir de ahí resulta muy fácil identificar al conductor.