El presupuesto que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT) es importante, imponente y desorbitado; por ello cuenta con un amplio abanico de medios para tratar de dar caza a los escurridizos infractores a lo largo y ancho de las carreteras españolas. Cada vez son más esas múltiples formas de pillar a los conductores… pero también mejores.
Además de los archiconocidos drones, los coches camuflados y los radares fijos o móviles, también existen unos invitados aún más sofisticados y caros que los anteriores: los helicópteros Pegasus. Estos cuentan con dos cámaras y pueden captar hasta 360 kilómetros por hora, así que no es pretencioso decir que prácticamente ningún vehículo del mundo puede escapar a su alcance. De hecho quizá te saquen una foto sin que lo sepas.
4Ojo a las cámaras que pueden retratarte desde el helicóptero
Cada una de las dos cámaras con las que cuentan los helicópteros tiene una determinada función que puede ayudar mucho a que la tarea desde el cielo sea más fructífera para la DGT. La primera sirve para seguir al vehículo a vigilar, ya que puede llegar a detectar la velocidad a la que circula. La segunda, sin embargo, es la encargada de registrar la matrícula para proceder con la sanción… es decir, puede convertirse en tu mayor enemiga.