La revolución de los coches autónomos ha llegado, prometiendo cambiar para siempre la forma en que nos desplazamos. Estos vehículos, capaces de circular sin intervención humana, han despertado un gran entusiasmo por sus posibles beneficios en términos de seguridad vial, reducción de emisiones y optimización de la infraestructura.
Sin embargo, este avance tecnológico no está exento de desafíos legales, éticos y sociales que requieren una cuidadosa consideración y regulación.
3Modificaciones en los reglamentos
Uno de los cambios más anticipados es la modificación del Reglamento General de Circulación, adaptándolo a las nuevas realidades que plantean los coches autónomos. Esto incluirá consideraciones como la posibilidad de que el conductor no esté al volante o de que el vehículo circule sin ocupantes.
Aparecen en este sentido obviedades a tener en cuenta, especialmente en el regimen sancionador, cuando el reglamento se vea quebrado por uno de estos vehículos autónomos. Preguntas sobre si el coche puede recibir la multa, o quien tiene la responsabilidad en caso de infracción, entran en juego, para que sean debatidas entre la administración, el sector y los usuarios.
Asimismo, se prevé la actualización del Reglamento General de Vehículos, incorporando requisitos técnicos y de homologación específicos para los coches autónomos.