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Hasta la propia DGT carga contra este grupo de ciclistas: ‘De dos en dos vale. Esto no’

El interés por la vida sana y la sostenibilidad conlleva sus inconvenientes. La convivencia entre ciclistas y conductores en las carreteras españolas es un tema recurrente de debate. A medida que el ciclismo gana popularidad, la falta de educación vial se ha convertido en un problema evidente. Esta vez, la Dirección General de Tráfico (DGT) no se ha cortado y ha lanzado a los ciclistas un toque de atención: nada de circular en grupo. Las normas de circulación están para la seguridad de todos, y los ciclistas no están exentos de cumplir con la ley.

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El respeto mutuo entre conductores y ciclistas

La relación entre ciclistas y conductores de vehículos a motor no siempre ha sido fácil. A ojos de muchos conductores, los ciclistas resultan un obstáculo en la carretera, y no solo por su baja velocidad: el hecho de tener que mantener una distancia de al menos 1,5 metros al adelantarlos es percibido como una complicación adicional.

Para garantizar una convivencia segura, la DGT ha reiterado la necesidad de que ambos grupos respeten las normas de tráfico. Los ciclistas deben rodar de manera que no obstruyan la circulación ni dificulten la visibilidad a los conductores; y estos últimos deben ser pacientes y dar prioridad a la seguridad al adelantar a los ciclistas.