El estado de salud, tanto físico como mental, es un paso previo para la obtención o renovación del carnet de conducir, y ha de estar acreditado y certificado por la firma de un profesional homologado y autorizado por la DGT. Encargada de la renovación y concesión de estas licencias, la DGT pone el ojo en las distintas enfermedades incompatibles con el libre ejercicio de la conducción de vehículos a motor.
4Consejos para el conductor enfermo o medicado
Si padeces alguna enfermedad, consulta a tu profesional sanitario la influencia de ésta o del tratamiento en la capacidad de conducir.
Desde la sinceridad, establece en complicidad con el medico, las condiciones necesarias para conducir de forma segura, en base a los efectos de la medicación y los cambios que pueda sufrir su administración de dosis. Siempre atiende a los efectos secundarios descritos y en casos de crisis evita conducir.
Cumple con mas escrupulosidad las normas sobre trafico, y evita maniobras arriesgadas, como adelantamientos, extremando la distancia y la velocidad. Haz caso de las circunstancias certificadas en los informes médicos, fruto del reconocimiento profesional. Y utiliza los medios puestos a tu alcance como medidas correctoras, adaptadas o restrictivas y que quedan inscritas en el carnet de conducir y el expediente registrado en trafico.
Un principio claro es que la incapacidad transitoria es eso, un momento puntual en el cual no se puede conducir, por lo que dependerá de la distintas y progresivas evaluaciones medicas el hecho de que se otorgue de nuevo la normalidad en la licencia.
Eso sí, si estas en posesión de un informe médico negativo y aun así se te pones al volante de tu coche, te puedes enfrentar a multas de hasta 6.000 euros.