Dejar nuestro coche a un familiar o amigo, o conducirlo sin ser titulares del mismo, es un habito sobre el que la DGT hace hincapié al informar de que medidas debemos atender para evitar sanciones incoherentes y problemas administrativos, derivados de las infracciones.
Es una situación por la que muchos conductores españoles pasan, y se puede solucionar informando a la DGT de quien es el conductor habitual de nuestro coche.
1Algo muy usado en el mercado de alquiler
De forma general, los padres, los abuelos, los buenos amigos y familiares, caen en la coyuntura de prestar/solicitar, bien un coche del que no son titulares o un conductor que pueda suplirlos por necesidad. Es muy común, y basta mirar el mercado de alquiler, en donde el coche no es nuestro pero si lo conducimos.
En el caso de las empresas de alquiler el problema queda resuelto siempre por el contrato redactado y firmado, en donde la identificación del conductor queda establecida, por lo que las infracciones estarán siempre sujetas a la conducta del habitual o arrendatario, siempre y cuando no tengan que ver con deficiencias del vehículo o detalles administrativos que si dependen de la titularidad.
Cuando circulamos con un coche que no es nuestro o bien dejamos que lo conduzca otro usuario sin mediar contrato alguno o referencia a la identidad del piloto habitual, es cuando se producen las dudas y problemas que pueden incluso derivar en rupturas sociales y litigios innecesarios.