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Si la DGT te manda un correo, sospecha antes de abrirlo

La Dirección General de Tráfico, DGT, acaba de alertar en sus redes sociales de una nueva oleada de phishing que suplanta al organismo, esta vez a través de correos electrónicos. Como es habitual, los estafadores se hacen pasar por la DGT solicitando el pago de una supuesta multa, que acabará redirigiendo a la víctima hasta una web fraudulenta en la que le robaran su datos bancarios y personales.

La DGT no comunica las multas vía SMS o e-mail

Este tipo de web fraudulentas imitan el aspecto de la página de la DGT, por lo que es fácil caer en el error. Para saber que se trata de un estafa, solo hay que tener en cuenta que la DGT nunca notifica las sanciones vía SMS ni por correo electrónico, por lo que es imposible que la comunicación provenga del organismo de Tráfico.

La DGT envía las multas por carta certificada al domicilio del conductor y solo las personas que están dadas de alta en la Dirección Electrónica Vial pueden recibir una notificación a través de SMS o un e-mail en que se les informa de la existencia de una multa en su buzón electrónico, pero para acceder a ella tendrán que hacerlo a través de DNI electrónico o certificado Cl@ve.

Incluso cuando no se localiza al conductor, no se envían SMS o correos; las multas se registran en el Tablón Edictal de Sanciones de Tráfico (TESTRA) y en el Tablón Edictal Único del Boletín Oficial del Estado (BOE). Las sanciones publicadas en TESTRA y en el TEU se considerarán como notificadas 20 días después de su publicación.

Correo electrónico suplantando a la DGT.

¿Qué hacer si se recibe el correo?

Desde el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) se ha alertado en numerosas ocasiones de las campañas de envíos fraudulentos que suplantan a la DGT con el propósito de hacerse con los datos de los conductores. Las recomendaciones de este organismo si se recibe un correo o un SMS que se sospecha fraudulento son, en primer lugar fijarse bien y no abrir mensajes de origen desconocido y eliminarlos directamente, desconfiar y no abrir los archivos adjuntos y comprobar la dirección real de envío.

Además, se aconseja no contestar en ningún caso a estos correos, asegurarse de que las cuentas de correo utilizan contraseñas seguras y tener siempre actualizados el sistema operativo y el antivirus.

Por otro lado, recomiendan fijarse en el lenguaje del correo, ya que este tipo de envíos que suplantan a la DGT suelen contener faltas de ortografía o utilizan americanismos, como la palabra tránsito en lugar de tráfico.