La actividad preventiva y de persuasión que la DGT tiene para con los usuarios, bien podría entenderse como aquellos buenos consejos de saludable educación. Y es que, como el sentido común dicta, lo que menos desea, no solo el agente de trafico sino cualquier persona, es tener que intervenir en un accidente en el que las victimas mortales sean los protagonistas.
2La distracción protagonista según la DGT
La distracción pasa a ser así, la actitud del conductor mas vigilada y sobre la que la ley, con sus modificaciones, mas redunda en cuanto a sanciones y multas. Tanto es así que se empiezan a barajar futuras prohibiciones que mas pareciera dependen del ministerio de salud que de la cartera de interior y movilidad.
Las distracciones y/o conductas que la provocan son fruto de nuestra condición humana, por lo que mas de un habito social admitido puede realizarse mientras se conduce, máxime cuando la tecnología nos permite tal posibilidad. Era y es impensable que en los años 60, se pudiera hablar con el teléfono móvil mientras se conducía. Sin embargo encenderse un cigarrillo es igual de posible hoy que hace cincuenta años.
Así pues, tanto hablar con el móvil como encenderse un cigarrillo desde su condición de factor habitual social puede provocar, y lo hace, una distracción al volante. Otra cosa distinta es que los agentes de la autoridad te vean o no.