Da igual su naturaleza, las distracciones están presentes en más del 80% de los accidentes de tráfico. Es un dato abultado, contundente y preocupante que ha propiciado la batalla constante de la DGT contra acciones tan cotidianas y normales como fumar. Fumar mientras se conduce es una de las acciones que más distracción provoca según la DGT y por ello tiene los días contados.
Pero entran dentro de la cotidianidad otras muchas actividades que, por sí mismas, parecen totalmente inofensivas, pero en el contexto de la conducción son muy peligrosas porque impiden que tengamos los cinco sentidos en lo importante. Entre esas acciones está, cómo no, escuchar música.
2Escucha música que no fomente actitud defensiva o agresiva
Imaginate que estás en Twitter y te encuentras con un tuit de la DGT pidiéndote que no escuches música que «te fomente una actitud defensiva o agresiva». Eso ha ocurrido y, evidentemente, Twitter se ha incendiado, dado que no se entiende qué tipo de música puede ser agresiva, ni cuál puede fomentar nuestra actitud defensiva al volante.
Sea electrónica, metal, punk… puede intuirse que el organismo se refiere a canciones que nos aceleran el ritmo, que nos motivan hasta tal punto de soltar el volante emulando nuestros sueños frustrados de ser batería o guitarrista de nuestra banda favorita… No es ninguna tontería. Hay estudios que demuestran que la música con un tempo elevado (pulsaciones por minuto), superior a 120, puede tener un impacto negativo en la conducción.