La Dirección General de Tráfico (DGT) de España ha sido objeto de críticas en múltiples ocasiones, y a parte de la controversia que la emisión de etiquetas medioambientales para vehículos generó en su día, poner en entredicho la capacidad para conducir de nuestros mas veteranos conductores, también ha sido criticado.
La Unión Europea ha establecido una nueva normativa que protege los derechos de los conductores mayores de 65 años al prohibir a la Dirección General de Tráfico (DGT) retirarles su licencia de conducir únicamente debido a su edad.
Esta medida, que busca garantizar la movilidad y la autonomía de los ciudadanos mayores, ha generado un amplio debate en la sociedad y entre los expertos en seguridad vial.
2Las pretensiones de la DGT sobre seguridad en el centro del debate
Este enfoque basado en la evaluación individual busca equilibrar la protección de la seguridad vial con el respeto a los derechos de los conductores mayores. Al reconocer que muchas personas mayores dependen del automóvil como medio de transporte fundamental para mantener su independencia y participación en la sociedad, la nueva regulación busca evitar decisiones discriminatorias que puedan privar injustamente a estas personas de su derecho a conducir.
Sin embargo, la medida ha generado preocupaciones entre algunos sectores de la sociedad y expertos en seguridad vial. Algunos argumentan que, si bien es importante proteger los derechos de los conductores mayores, también es fundamental garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.
Se ha planteado la necesidad de establecer mecanismos de evaluación más rigurosos y frecuentes para los conductores de mayor edad, así como programas de formación y concienciación específicos que aborden los desafíos asociados con el envejecimiento y la conducción.