La primera gran borrasca ha barrido el país y ha dejado copiosas nevadas, esperadas por muchos, pero un auténtico quebradero de cabeza para muchos conductores. Muchas carreteras fueron cortadas y otras exigían el uso de neumáticos de invierno o cadenas. La borrasca Fien dijo adiós, pero llega otra de nombre Gerard. El frío se quedará con nosotros un largo tiempo, como corresponde a los meses más gélidos del año. A continuación te damos una serie de consejos de la Dirección General de Tráfico (DGT) para conducir en invierno y tener tu coche preparado de cara al duro invierno.
1¿Está tu coche preparado para conducir en invierno?
Muchos de nosotros nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y nunca mejor dicho. Reaccionamos cuando nos enteramos de que llega el frío, en forma de nieve, lluvia, viento…, y entonces nos acordamos de que nuestro coche quizás no esté preparado. El problema crece cuando no tenemos más remedio que realizar un largo desplazamiento con las condiciones más adversas, incluso por carreteras secundarias y solitarias.
Lo ideal es no tener que coger el coche en esas circunstancias, como avisa la DGT. Pero si no queda más remedio conviene tener en cuenta una sería de recomendaciones de sentido común, que no todo el mundo aplica.
El primer punto a revisar son los neumáticos. Son el único punto de contacto entre el coche y la carretera y, por lo tanto, su buen estado es vital para nuestra seguridad y la de los demás. Hay conductores que sólo los revisan cuando tienen que pasar la ITV, más por un problema legal que por seguridad.
Es obligado comprobar su estado general y la presión del aire. También en la rueda de repuesto, si la llevamos. Observar la banda de rodadura para verificar que el estado del dibujo es correcto. La Ley dice que su profundidad no puede ser inferior a 1,6 milímetros, pero con lluvia intensa es aconsejable que tenga entre 2,5 y 3,0 milímetros.
