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La DGT la lía con la forma de colocar sus radares: se avecinan millones de reclamaciones

El año 2022 fue testigo de un récord en recaudación de multas de tráfico en España por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT). Según el estudio ‘Radiografía de las multas de Tráfico en España 2022’, realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), la DGT recaudó cerca de 507 millones de euros a través de las multas impuestas a los conductores españoles, marcando así la cifra más alta de los últimos diez años.

En total, la realidad es que se emitieron 5.542.178 denuncias por infracciones en la carretera, lo que representa un aumento del 15,6% en comparación con el año 2021. Es decir, que a mejor no vamos precisamente…

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Los detalles de los radares veloláser

Velolaser

Los radares veloláser se consideran los ‘radares invisibles’ debido a su difícil detección por parte de los conductores. Con solo 50 centímetros de altura y un peso de poco más de 2 kilos, son altamente portátiles, lo que permite a la Guardia Civil o la Policía moverlos según sea necesario, incluso con un trípode. Además, estos radares cuentan con baterías con una duración de cinco horas y se pueden controlar mediante WiFi. También tienen la capacidad de multar en ambas direcciones si se colocan en medio del tráfico.

Estos dispositivos tienen un alcance de precisión de entre 15 y 50 metros y pueden distinguir entre diferentes tipos de vehículos. Sin embargo, su tamaño reducido hace que sea extremadamente difícil para los conductores detectarlos. A pesar de ello, existen comunidades de conductores, como SocialDrive, que han creado mapas para rastrear en tiempo real la ubicación de estos radares.

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