Este 2025 se cumplen dos décadas desde que la DGT puso en marcha el primer plan de radares fijos en España, y se han propuesto celebrar el 20 aniversario con más vigilancia. A los 24 radares que se han incorporado en estos dos primeros meses del año a nuestras carreteras se suman los nuevos radares negros, que llegan este mismo mes de marzo.
Son consecuencia de la tecnología y de la Inteligencia Artificial, que ahora se va a ‘colar’ dentro de nuestros vehículos con un sistema que es prácticamente imposible engañar. Eso sí, no van a controlar la velocidad a la que circulamos y, de momento, tampoco si no llevamos cinturón de seguridad o usamos el móvil al volante.
1¿Qué son y cómo funcionan los nuevos radares negros de la DGT?

Los radares negros son cinemómetros que se instalarán en nuestras carreteras, como los actuales radares que controlan los excesos de velocidad. Deben su nombre, como podrás intuir, al color. Solo hay dos empresas que los fabrican —Pryntec y Fareco—; los de la primera marca son completamente negros y los de la segunda, tienen un tono que va del gris al negro.
Sin embargo, su función no es la de controlar los excesos de velocidad, porque para eso ya se han sumado 17 fijos y 7 de tramo en los dos meses que llevamos de año. Lo que harán será ‘colarse’ dentro de los coches para vigilar el número de personas que circulan en cada vehículo, porque estarán instalados solo en carriles reservados para vehículos compartidos.
No son pioneros en España, sino que ya llevamos varios meses viéndolos en ciudades francesas como París, Lyon o Estrasburgo. Su misión es controlar que, por ejemplo, en un Carril VAO no viaje solo un ocupante. Al final, son carriles diseñados para incentivar el carpooling, reducir el uso más individualista del coche y los niveles de contaminación. En Francia también controlan que por carriles reservados para taxis o autobuses únicamente circulen estos vehículos.