1.300 radares, a los que se sumarán los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales. Es la cifra de efectivos materiales y humanos que la Dirección General de Tráfico (DGT) utilizará para vigilar esta semana la velocidad en nuestras carreteras. En esos 1.300 dispositivos no solo se cuentan los radares fijos (690) y móviles (550) sino también los de tramo (92), los helicópteros (12), los drones (39) y las furgonetas camufladas (15).
Es una nueva campaña específica de control que se extenderá hasta el próximo domingo 23 de abril y que también se activará en otros países europeos que participan en la asociación RoadPol (European Roads Policing Network). De hecho, el 21 de abril se llevará a cabo una maratón de vigilancia de la velocidad durante 24 horas en toda Europa. El año pasado, solo en esta jornada se multó a casi 105.000 conductores.
La DGT pone el foco en la velocidad porque es uno de los factores de riesgo clave en la siniestralidad vial. El pasado año se produjeron cada día diez accidentes con víctimas relacionados con la velocidad en los que fallecieron 251 personas. Un factor concurrente en los siniestros de tráfico y uno de los comportamientos que más multas acarrea. La sanción mínima parte de 100 euros y la máxima llega hasta los 600 euros y la retirada de 6 puntos del carné.
4Asistente Inteligente de Velocidad, una gran ayuda
Para no sobrepasar la velocidad permitida, la DGT recomienda utilizar el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA), que ya equipan muchos vehículos y que será obligatorio a partir de julio del próximo año en todos los coches nuevos que se matriculen. De hecho, actualmente todos los vehículos homologados desde el pasado 6 de julio de 2022 deben contar con él.
Este sistema ADAS adapta la velocidad del coche a las limitaciones establecidas en cada tramo. Avisa al conductor y limita, si es necesario, la velocidad de forma automática actuando sobre el funcionamiento del motor o el acelerador gracias al software instalado. Está formado por una cámara que lee las señales y, si se alcanza el límite de la vía, avisa mediante una señal óptica o audible como mensaje informativo. Mientras, en el cuadro de instrumentos se refleja la velocidad permitida.