El 2025 que ahora comienza marca un punto de inflexión para los usuarios de vehículos diésel en España y en otros países de toda la Unión Europea. Con la entrada en vigor de nuevas normativas e incrementos fiscales, la economía y la practicidad que en su día caracterizaban a este tipo de combustible están siendo cuestionadas. Los conductores se enfrentan a un escenario completamente diferente, con impuestos más altos y restricciones medioambientales que hacen que el futuro del diésel sea cada vez más incierto.
4La industria automovilística se adapta
Los fabricantes de automóviles también han tenido que reaccionar ante este cambio de paradigma. En el presente año 2025, la producción de vehículos diésel ha disminuido de forma notable, mientras que la oferta de modelos híbridos y eléctricos sigue en aumento.
Esto refleja una tendencia clara hacia la electrificación del sector, una transformación que no solo afecta a los fabricantes, sino también a toda la cadena de suministro. Desde los concesionarios hasta las estaciones de servicio, todos están adaptándose a una nueva realidad donde el diésel ya no es el protagonista.