La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado un cambio significativo en la velocidad a la que los radares comienzan a sancionar en las carreteras de España. Este ajuste, que ha entrado en vigor el 1 de enero, busca mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes provocados por el exceso de velocidad.
Desde hace años, los conductores han contado con un pequeño margen de tolerancia que permitía superar ligeramente el límite sin recibir una multa. Sin embargo, con esta nueva modificación, la Dirección General de Tráfico ha dejado claro que la permisividad se verá reducida, lo que obligará a los conductores a ser mucho más estrictos con su velocidad si no quieren ser sancionados.
4El impacto en los conductores
Este cambio ha generado opiniones divididas entre los conductores. Mientras que algunos consideran que la reducción del margen de tolerancia es una medida necesaria para mejorar la seguridad vial, otros creen que es una estrategia recaudatoria que busca aumentar el número de multas por exceso de velocidad.
La realidad es que muchas personas estaban acostumbradas a circular por autopistas y autovías a velocidades de entre 125 y 130 km/h sin temor a ser sancionadas. Con la nueva normativa, estos conductores deberán modificar su comportamiento y asegurarse de no sobrepasar el límite de 120 km/h para evitar sanciones.