Las primeras gotas de lluvia pueden ser una señal de advertencia para muchos conductores, pero pocos imaginan que elegir mal el lugar donde aparcan su vehículo puede convertirse en una cuestión de vida o muerte. La reciente experiencia de un vecino de Gran Canaria, que tuvo que rescatar a una mujer atrapada en su coche mientras una riada amenazaba con llevárselo, pone de manifiesto los peligros de estacionar en zonas inadecuadas durante fuertes precipitaciones.
El suceso, que ha conmocionado a los habitantes de la isla, se produjo cuando la lluvia comenzó a caer con intensidad y los torrentes naturales empezaron a desbordarse. La mujer, que había aparcado su coche en un área propensa a inundaciones, se vio sorprendida por la subida repentina del agua. Atrapada en el interior del vehículo, su vida corrió peligro hasta que un vecino, alertado por los gritos de auxilio, logró sacarla antes de que fuera demasiado tarde.
El video del rescate del coche inundado
«Papá, ¡que se baje del coche!», fueron las palabras que, según testigos, marcaron la urgencia del rescate. Esta dramática escena ilustra la importancia de conocer los riesgos asociados a las lluvias y de tomar precauciones para evitar situaciones de peligro. Muchos conductores desconocen que ciertas calles, aparcamientos y descampados se convierten en trampas mortales cuando el agua empieza a acumularse rápidamente.
Para evitar este tipo de incidentes, es fundamental identificar los lugares más peligrosos para aparcar durante un episodio de lluvias intensas. Las zonas de cauces secos, que pueden parecer seguras en un día despejado, pueden transformarse en auténticos ríos en cuestión de minutos. Lo mismo ocurre con túneles, pasos subterráneos y estacionamientos a nivel del suelo en áreas con historial de inundaciones. Evitar estos puntos críticos puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
Recomendaciones de que hacer con el coche ante una inminente tormenta
Las autoridades recomiendan a los conductores mantenerse informados sobre las alertas meteorológicas y no subestimar el poder del agua. Un coche puede ser arrastrado con facilidad cuando el nivel del agua supera los 30 centímetros, y la fuerza de una corriente puede impedir que una persona salga por sus propios medios. En caso de quedar atrapado, lo más importante es intentar salir del vehículo lo antes posible y buscar un lugar elevado donde refugiarse.
El caso de Gran Canaria es un recordatorio de que la prevención es clave en situaciones de emergencia. Elegir bien dónde aparcar el coche cuando empieza a llover puede salvar vidas. Los conductores deben tomar conciencia de los peligros del agua y actuar con prudencia para evitar tragedias innecesarias. Al final, la mejor defensa ante la fuerza de la naturaleza es el conocimiento y la precaución.
