La llegada del DS 7 Crossback significó un punto de inflexión en la marca. Con un desarrollo e identidad propia de marca, el modelo más premium de la firma francesa ya firma por sí mismo el 25 por ciento de las ventas de DS. Y muestra el camino a la futura gama, que contempla un nuevo modelo cada año hasta 2024. El primero será una realidad en octubre, en el Salón de París, un vehículo totalmente eléctrico, aunque posteriormente contará con otras motorizaciones.
Lo más novedoso del DS 7 Crossback es la incorporación desde este momento del propulsor de gasolina 1.6 Pure Tech de 225 caballos de potencia, mecánica que se añade a las dos versiones turbodiésel BlueHDI disponibles desde su lanzamiento, con 130 y 180 CV, respectivamente. Y la oferta aumentará en septiembre con un nuevo PureTech de 180 CV y una variante de gasolina de acceso con 130 CV que llegará en noviembre. Las dos motorizaciones de entrada se asocian a una caja manual de seis relaciones; el resto monta de serie una transmisión automática de ocho relaciones con convertidor de par, elemento que también estará disponible en el diésel de 130 CV en enero de 2019. Para la versión más eficiente de la gama habrá que esperar hasta mediados del año que viene. Se trata de un híbrido enchufable de 300 CV, la única versión que presumirá de tracción total.
Un viejo conocido, pero nuevo
Hemos conducido por los alredores de Marsella el nuevo DS 7 Crossback PureTech 225. Nuestro protagonista porta una evolución del conocido 1.6 THP de 210 caballos. Y hay más trabajo detrás de lo que parece. El bloque es nuevo, se han mejorado los ciclos de combustión, optimizado el diseño del turbocompresor y optimizado las fricciones internas. A pesar de su mayor potencia (225 CV a 5.500 rpm) y un par máximo de 30,6 mkg disponible desde 1.900 vueltas, se ha conseguido reducir el consumo en un seis por ciento con respecto a su predecesor, firmando 5,8 litros de consumo medio homologado.También la caja automática EAT8 contribuye a aliviar la sed. En el modo ECO se desacopla del motor, que regresa a un régimen al ralentí cuando se levanta el pie del acelerador, acción que se mantiene activa cuando circulemos entre 30 y 120 km/h.
Hay tres motivos fundamentales que nos han convencido de esta nueva motorización: rendimiento, suavidad y progresividad. El DS 7 Crossback mide 4,57 metros de longitud y pesa 1.420 kilos en vacío. Y a pesar de todo se mueve con una prestancia notable, alcanzando los 236 km/h de velocidad máxima y acelerando en 8,3 segundos en el 0 a 100 km/h. No es un 'tiro' en este sentido, pero convence, y se pueden realizara adelantamientos con franca solvencia.
Mejor nos ha parecido su progresividad y suavidad en marcha. Las ocho relaciones del cambio permiten que la respuesta sea contundente y constante ya desde bajo régimen, y manteniendo velocidades de crucero a ritmo de autopista la insonorización es sobresaliente. Eso sí, siempre que no apostemos por el modo Sport, que además de provocar que todo sea más inmediato en su respuesta (dirección, motor, cambio, además de una suspensión más firme), hace gala de un sonido más deportivo creado de manera artificial, llamativo si queremos pasar un buen rato, pero molesto en un largo desplazamiento.
Como una alfombra voladora
También podemos apostar por los modos Normal y Comfort. Este último es el más agradable porque es el único que contempla la opción de disfrutar de una suspensión adaptativa predictiva. Nos explicamos. Una cámara frontal analiza y evalúa el estado de la calzada unos metros por delante del vehículo, adaptando el reglaje de los amortiguadores para neutralizar cualquier irregularidad. Y damos fe de que lo hace, hasta el punto de que, si no se sabe, habrá ocupantes que la puedan confundir con una suspensión neumática.
Como ya hemos comentado anteriormente, la gama 'térmica' sólo dispone de tracción delantera. No obstante, su talante SUV gana enteros si añadimos el sistema Grip Control, un control de tracción inteligente que optimiza la motricidad atendiendo a varios programas, como nieve, arena, hierba, surcos… Sólo está disponible con llantas de aleación de 18 pulgadas y asociados a neumáticos mixtos con sello M+S, con un talante más off road que de invierno, ya que no pueden sustituir a las cadenas en caso extremo.
Una balsa de aceite en cuanto a confort, ya nos sorprendió en su día este modelo por su dinámica y por su avanzada tecnología. Esta nueva versión PureTech 225 está disponible con tres niveles de acabado, So Chic (40.250 euros), Performance Line (al mismo precio) y Grand Chic (44.900 euros). Las unidades con el sello Performance Line añaden una carga deportiva más intensa y evidente a nivel estético, pero no hay cambios a nivel de chasis o de suspensión con el resto.