En los últimos años, se ha vuelto común ver actos vandálicos en bici dirigidos a vehículos de lujo, ya sea por pura osadía, envidia o como parte de alguna extraña moda en redes sociales. Sin embargo, el reciente incidente que involucra a un Rolls-Royce Phantom ha dejado a muchos sorprendidos por su descaro. Un ciclista, sin más ni más, decidió hacer acrobacias sobre el capó de este emblemático automóvil, y la cara de asombro del dueño del vehículo es solo uno de los detalles que hacen que esta historia esté dando la vuelta al mundo.
En el video, que rápidamente se viralizó en redes, se puede ver a un ciclista acercarse al Rolls-Royce Phantom y, sin pensarlo dos veces, comienza a realizar trucos sobre el capó del coche. El ciclista sube con su bicicleta al lujoso vehículo, realiza algunos saltos y maniobras que seguramente incrementaron el daño al automóvil, y luego, tan rápido como llegó, desaparece.
El video del ataque del hombre en bici que se viralizó en las redes sociales
El Rolls-Royce Phantom es mucho más que un coche; es un símbolo de opulencia, un referente de la ingeniería de lujo que cuesta cientos de miles de dólares. Ver a alguien usar su capó como si fuera una simple rampa para bicicletas es, para muchos, un insulto. Este acto de vandalismo no es aislado, sino que se suma a una serie de incidentes similares en los últimos años, donde los vehículos de alta gama son objetivos de peatones, ciclistas y otros transeúntes que parecen encontrar placer en pisotear o dañar superdeportivos y coches de lujo.
Aunque podría parecer un episodio espontáneo de vandalismo, algunos sugieren que podría tratarse de una estrategia publicitaria. No sería la primera vez que algo así ocurre. En 2016, un video en el que un patinador rompía el parabrisas de un McLaren 12C resultó ser parte de una campaña. Sin embargo, en este caso, no hay pruebas de que se trate de un truco publicitario, y todo parece haber sido captado por casualidad.
Otros incidentes similares
Por otro lado, algunos incidentes sí han sido actos genuinos de vandalismo, como el caso del Lamborghini Aventador Superveloce en San Francisco. En esa ocasión, el dueño del Lamborghini fue víctima de una agresión que, aunque desafortunada, también se viralizó en redes sociales. Incidentes como estos alimentan el debate sobre el respeto por la propiedad ajena y el extraño placer que algunos parecen obtener al destruir o dañar lo que es claramente un símbolo de éxito y lujo.
El propietario del Rolls-Royce, que se encontraba dentro del coche en el momento del incidente, probablemente no esperaba que su día tomara un giro tan desagradable. Su expresión de incredulidad lo dice todo. Aunque intentó enfrentarse al ciclista, este ya había huido. Lo curioso es que todo el incidente fue captado en un breve clip, lo que ha generado cierta especulación sobre la posibilidad de que el ciclista buscara deliberadamente su momento de fama, ya que incluso su rostro es perfectamente visible en el video.
