El mundo del taxi es un escenario donde los vehículos enfrentan pruebas extremas. Desde largos trayectos diarios hasta condiciones variables de conducción, los taxis son auténticas herramientas de trabajo y, como tales, deben cumplir con una serie de requisitos clave: eficiencia, durabilidad y confort. En este contexto, es común escuchar opiniones contundentes de quienes se dedican a este oficio, y no sorprende que algunos modelos de coche se ganen una mala reputación entre los taxistas. Aquí exploramos uno de esos casos.
6El veredicto del gremio
Dentro del gremio de taxistas, las opiniones negativas hacia este modelo son unánimes. La mala experiencia de quienes lo han utilizado como taxi ha creado una reputación que difícilmente podrá revertirse. Incluso, muchos taxistas recomiendan activamente evitarlo a toda costa, optando por opciones más fiables y económicas que ofrezcan un mejor equilibrio entre rendimiento y costo operativo.
En definitiva, este modelo ha sido descartado como una opción viable para el trabajo de taxi y se ha ganado un lugar en la lista de coches que ningún taxista quiere ver “ni en pintura”.
