Aunque a simple vista te pueda parecer un coche lleno de arañazos y golpecitos, esto no son más que las cicatrices que quedan de una larga vida de competición y carreras. Ahora, este trocito de historia busca venderse y, a pesar de esos arañazos, el precio que se espera obtener por él es de nada menos que más de 10 millones de libras, es decir unos 11,3 millones de euros.
Tercero en Mónaco y victoria en Spa
Pero, ¿qué hace de este Type 59 un modelo tan especial? Resulta que formaba parte del equipo Bugatti Works Grand Prix durante las temporadas de 1934 y 1935. Estuvo pilotado por René Dreyfus, quien aseguró un tercer puesto en el GP de Mónaco además de una victoria en el trazado belga de Spa.
Cuando el fabricante francés lo retiró de los Grand Prix, transformó el Type 59, quitándole el supercargador y llevándolo a competir en eventos automovilísticos, donde el piloto Jean-Pierre Wimille dominó a sus rivales en toda la temporada 37. El año siguiente, el coche fue retirado de la competición y vendido al Rey Leopoldo III de Bélgica. Desde entonces ha pasado por otros cuatro dueños y ahora va a venderse en sus condiciones originales, unas condiciones que evidencian la dureza de la vida de competición que llevó en sus tiempos.
En cuanto a lo que encontramos bajo el capó, el modelo cuenta con un motor de ocho cilindros con dos carburadores y 3,25 litros. Este motor, cuando tenía el supercargador, era capaz de generar 250 caballos, lo que era más que impresionante para un vehículo de los años 30.