La carrocería del Lexus RX ha servido al pintor José Moñú como lienzo para crear una de sus obras más originales, en la que, como es habitual, el color lo domina todo. Este zaragozano es el ganador del concurso Art Car, que Lexus convoca cada año y en el que participan reconocidos artistas con creaciones basadas en un coche de la marca.
En esta ocasión, los artistas invitados a participar en el concurso tenían que plasmar su arte sobre la carrocería de un Lexus RX, con técnica libre y con la sostenibilidad como hilo conductor.
Mientras que en occidente muchas de nuestras artes se basan en su capacidad estética o utilitaria, para los japoneses lo importante es el camino. Por eso, José Moñú ha planteado una obra, a la que ha bautizado como ‘Kumano Kodo’, en la que rinde homenaje al ese ancestral camino de peregrinación japonés, situando la propia experiencia de conducción como agente creador. «Coche, camino y conductor se unen para sustituir al pintor en el proceso de creación», explica la marca.
Lexus invitó a otros seis creadores a participar en el concurso
El proyecto ganador de José Monú se ha impuesto a las propuestas de otros cinco diseñadores y creadores de varias ciudades españolas: Kokon (Madrid), Gaudismo (Barcelona), Ander López (A Coruña), La productora (Sevilla), Garbizu Collar (San Sebastián) y Her Arquitectura (Valencia).
La obra de arte que Moñú ha creado sobre el Lexus RX será ahora reproducida a escala real sobre la carrocería del coche y la marca la presentará entre los meses de septiembre a octubre. Además, el público en general podrá disfrutar de ella en ARCOMadrid, evento en el que Lexus colabora como coche oficial desplegando una flota de coches híbridos e híbridos enchufables para desplazar a los invitados y personalidades hasta el recinto ferial, y en el que tiene un estand propio.
El año pasado, Lexus llevó a ARCOMadrid el modelo ganador del concurso de diseño, unna instalación artística denominada Sayonara y proyectada por el estudio Leco Architects, con un escenario formado por el humo, las cenizas, las ramas de cerezo y el Lexus NX, con el que se homenajeaba a la cultura japonesa y sus creencias de renovación a través del fuego.
