La historia del Mercedes Clase G parte de una alizanza. La que establecieron Daimler-Benz AG y Austria Steyr-Saimler-Puch AG en el verano de 1969 con el objetivo de fabricar un todoterreno conjuntamente. Ambos tenían vehículos de este tipo en su gama: Daimler, el Unimog, y Austria Steyr el Puch Haflinger y Puch Pinzgauer.
En 1974 ya tenían un prototipo con el que hacer las primeras pruebas de rodaje. Al mando de la construcción estaba un equipo liderado por Erich Ledwinka, ingeniero jefe de Steyr-Daimler-Puch mientras que del diseño final se encargó Mercedes-Benz Design, con Bruno Sacco al frente. Querían un vehículo que combinara unas capacidades todoterreno extremas con una buena manejabilidad en la carretera y los equipos de trabajo supieron combinar a la perfección el diseño con detalles técnicos como los amplios ángulos de ataque y salida, una altura libre al suelo considerable y un ancho total pequeño.
Todoterreno universal
El modelo, denominado 460, se presentó a todo el mundo entre el 4 y el 9 de febrero de 1979 en Toulon, Francia. Del mismo se subrayaban virtudes que siguen intactas hoy en día como su «incontestable capacidad dentro y fuera de la carretera», así como su «máxima versatilidad de uso». Su producción en serie comenzó en febrero de 1979 y, desde el primer momento, el Clase G se ha fabricado en la planta de Puch en Graz-Thondorf, donde hoy se monta la última generación, el 463 del Clase G.
En sus inicios, el Clase G pretendía ser un vehículo todoterreno universal, dotado de un interior sin grandes lujos. Se aseguraba un gran comportamiento gracias a la tracción total de serie y a elementos como el diferencial entre ejes bloqueable al cien por cien y diferenciales bloqueables opcionales en los ejes delantero y trasero, que han sido equipamiento estándar del modelo desde 1985.
A punto de llegar el diésel
En el momento del lanzamiento se ofrecían las variantes 240 GD y 300 GD con motor diésel y 230 G y 280 GE con propulsor de gasolina. Estaban disponibles dos batallas (2.400 y 2.850 milímetros) y varias carrocerías (vehículo abierto, Station Wagon cerrado y furgón panelado con los laterales cerrados).
El año pasado, el Clase G recibió una actualización profunda, con un diseño que continúa fiel a sus antecesores, pero con mejoras en muchos aspectos, como una rebaja de peso, una carrocería más corpulenta, nuevas suspensiones, mayor capacidad off-road, más tecnología, etc. Esta primavera llegará al mercado la versión G 350 d, con un nuevo y eficiente propulsor diésel. La gama disponible se completa con el G 500 de gasolina y el Mercedes-AMG G 63, con 585 CV de potencia y una aceleración del 0 a 10 km/h en solo 4,5 segundos.
