En el mercado de coches eléctricos, y en plena efervescencia del cambio sostenible en los tipos de movilidad, lo coches fabricados en China, están copando un escenario que pone en jaque a toda la industria automovilística europea.
Bruselas escucha a fabricantes como Stellantis y dará la batalla contra las marcas chinas de coches eléctricos, que en la actualidad gozan de ayudas en toda la Unión Europea, en contraposición con los aranceles que los fabricantes occidentales sufren cuando aterrizan en el gigante asiático.
Francia, ya no espera a las soluciones del parlamento europeo, y se blinda con el cambio de políticas de subvenciones a la compra de vehículos eléctricos nuevos, en detrimento de los fabricados en China.
2Bruselas ya conoce el problema
Este es el argumento desglosado por fabricantes como Stellantis, y así lo han presentado en Bruselas, en donde se ha oído la voz, pero no se actúa, ni atiende esta demanda.
“Nuestras compañías son excluidas demasiado a menudo de mercados extranjeros o son víctimas de prácticas depredadoras. Frecuentemente son debilitadas por competidores que se benefician de grandes subsidios estatales”, recordó Von der Leyen con unas palabras muy parecidas a las usadas por Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, durante el Salón del Automóvil de París del año pasado.
Uno de los principales fabricantes de coches chinos que ha arribado en los últimos años a los mercados europeos es MG, marca que ha conseguido ser la primera firma en liderar en un mes las matriculaciones en España (en agosto, con su MG ZS).