A lo largo de los años, la acumulación de carbonilla se convierte en un problema común en los motores diésel, afectando su rendimiento y emisiones. A lo largo de las próximas líneas, exploraremos cinco trucos más que infalibles para eliminar la carbonilla y mantener tu coche diésel en óptimas condiciones.
Los signos reveladores de un motor sucio son evidentes: humo excesivo en el escape, pérdida de respuesta y aumento en el consumo de combustible. Cuando estos síntomas aparecen, es momento de considerar una limpieza. Es importante destacar que, aunque la carbonilla afecta a los motores de gasolina, los diésel tienden a sufrir algo más debido a la acumulación en las cámaras de combustión interna.
3Hábitos de conducción para prevenir la carbonilla
En el caso de los motores diésel, es posible prevenir la acumulación de carbonilla adoptando ciertos hábitos de conducción. Esperar unos minutos al ralentí para permitir que el motor alcance su temperatura de funcionamiento es crucial, especialmente en climas fríos. Evitar rodar largas distancias a bajos regímenes y frecuentes paradas en la ciudad también contribuye a mantener el motor limpio.
Además, programar salidas ocasionales a carreteras despejadas o autopistas puede ayudar a mantener un régimen alto de revoluciones durante un tiempo. Esto favorece el funcionamiento adecuado de los cilindros y los componentes de control de emisiones, como la válvula EGR, el catalizador y el filtro de partículas.
