El mundo de los millonarios está lleno de historias extravagantes y curiosas, pero pocas pueden igualar la de Ion Tiriac, un empresario rumano que se olvidó por una década de su Ferrari F40, un coche valorado en cerca de 2 millones de euros. Esta anécdota, digna de una película, resalta no solo el carácter despreocupado de algunos magnates, sino también la asombrosa fortuna de un hombre cuya vida ha estado marcada por el éxito en diferentes disciplinas, desde el deporte hasta los negocios.
El mencionado es, sin duda, un personaje multifacético. Nacido en Transilvania, comenzó su carrera como deportista, destacándose en hockey sobre hielo y, posteriormente, en el tenis. Fue en esta última disciplina donde alcanzó reconocimiento internacional, llegando a ser uno de los mejores jugadores del mundo y ganando Roland Garros en dobles junto a Ilie Năstase en 1970. Sin embargo, su verdadera fama y fortuna no provienen del deporte, sino de sus habilidades empresariales, que lo han convertido en el hombre más rico de Rumanía, con una fortuna estimada en 2.200 millones de euros.
Los detalles del coche que Ion Tiriac dejó abandonado durante 10 años
Además de sus múltiples negocios, el empresario ha cultivado una gran pasión por los automóviles, llegando a poseer una colección de más de 350 coches que exhibe en su propio museo. Entre ellos destaca el modelo italiano mencionado, al cual adquirió tras una ferviente búsqueda por más de 630.000 euros, que cuenta con un motor V8 de 2.9 litros y doble turbocompresor, capaz de generar una potencia de 478 caballos de fuerza, además de alcanzar una velocidad máxima de 324 km/h. Su aceleración de 0 a 100 km/h se completa en apenas 4.1 segundos
Además de ser una máquina en terminos de potencia, es una edición muy exclusiva, que solo se fabricaron 1311 unidades y hoy resulta accesible para unos pocos, ya que su valor de mercado supera los 2 millones de la moneda europea, cuando en su lanzamiento rondaba el medio millón. También destaca por su diseño aerodinámico, el peso ligero y el interior minimalista pero top. Todo esto sumado al legado histórico que marcó en la industria automotriz, donde 30 años después se sigue hablando y valorando dicho coche.
La historia de cómo el empresario olvidó su coche durante una década en un parking
Sin embargo, la historia no termina ahí. Después de comprar el coche, Tiriac lo dejó en un parking privado en Múnich con la intención de recogerlo más tarde. No obstante, sus múltiples compromisos empresariales lo llevaron a olvidar completamente el asunto. Pasaron diez años hasta que un tal «Mr. Becker» le llamó para recordarle que su Ferrari seguía acumulando polvo en el aparcamiento. Ante tal sorpresa, Ion organizó rápidamente que lo llevaran a Maranello, la sede de Ferrari, para realizarle una exhaustiva puesta a punto.
El desenlace de esta curiosa anécdota es casi tan inesperado como el hecho de haber olvidado el coche. Después de restaurarlo, Ion Tiriac decidió deshacerse del vehículo y lo puso a la venta. Aunque no se sabe con exactitud cuánto recibió por él, es probable que la cifra se acercara a los 2 millones de euros, el valor estimado de un Ferrari F40 en el mercado actual. Para él, esta suma probablemente no representó más que un pequeño ingreso, pero la historia de cómo olvidó su valioso coche durante una década sigue siendo uno de los episodios más pintorescos y hasta bizarros en una vida de película.
