Con la llegada del invierno, no solo sentimos los efectos del frío en nuestra piel, sino también en el bolsillo, especialmente al conducir. Las bajas temperaturas afectan directamente el rendimiento de los vehículos, aumentando el consumo de combustible. Esto se debe a que el motor necesita más tiempo para alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento, lo que se traduce en mayor gasto.
Sin embargo, existe un truco simple y efectivo para reducir este consumo en invierno. A pesar de su eficacia, pocos conductores lo conocen o lo aplican, lo que podría estar costándoles varios litros de gasolina al mes.
4Utiliza el aire acondicionado con moderación
El uso del aire acondicionado y otros sistemas eléctricos en el coche puede aumentar el consumo de combustible, especialmente en invierno. Aunque es tentador encender la calefacción al máximo cuando hace frío, este hábito puede resultar costoso a largo plazo.
Una buena práctica para hacer frente al frío es utilizar la calefacción de manera moderada y aprovechar el calor residual del motor, que es suficiente para mantener una temperatura agradable en el interior del coche. Además, asegúrate de apagar otros dispositivos que consumen energía, como los desempañadores, una vez que hayan cumplido su función.