Con la llegada del invierno, no solo sentimos los efectos del frío en nuestra piel, sino también en el bolsillo, especialmente al conducir. Las bajas temperaturas afectan directamente el rendimiento de los vehículos, aumentando el consumo de combustible. Esto se debe a que el motor necesita más tiempo para alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento, lo que se traduce en mayor gasto.
Sin embargo, existe un truco simple y efectivo para reducir este consumo en invierno. A pesar de su eficacia, pocos conductores lo conocen o lo aplican, lo que podría estar costándoles varios litros de gasolina al mes.
5El mantenimiento es clave
Un coche en buen estado siempre será más eficiente, independientemente de la estación del año. Sin embargo, con el frío, el mantenimiento adquiere una importancia especial. Cambiar el aceite y los filtros regularmente garantiza que el motor funcione de manera óptima y con menos esfuerzo, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.
También es recomendable revisar el sistema de encendido, las bujías y la batería, ya que el frío puede afectar su rendimiento. Un motor que arranca con dificultad o que no opera de manera fluida consumirá más gasolina y te costará más dinero a la larga.
