En esta era de la tecnología, ya casi nadie sale de casa sin Google Maps o algún GPS para guiarnos en el camino. Nos permiten desplazarnos por lugares desconocidos sin preocupaciones, confiando plenamente en sus rutas sugeridas. Pero, en ocasiones, esas mismas maravillas tecnológicas nos meten en situaciones de lo más inesperadas ¡y casi cómicas! ¿Coches encajados en escaleras? ¿Camiones atrapados en curvas imposibles? No, el GPS no siempre es infalible…
4¿Un atajo hacia Andorra?
En Vilanova de la Aguda, en la comarca de la Noguera, el problema es diferente: los atascos masivos. Este pequeño pueblo de menos de 200 habitantes se ve diariamente invadido por coches que intentan llegar a Andorra. El GPS les promete un atajo que ahorra unos minutos de trayecto. Sin embargo, en la práctica, resulta en un embotellamiento monumental.
La localidad no está preparada para soportar tal flujo de vehículos y se colapsa por esta mala recomendación. Aunque la ruta suena bien en teoría, en realidad es un desastre que solo logra que los conductores acaben perdiendo más tiempo y los locales tengan que lidiar con la invasión de coches. El caso es un buen ejemplo de cómo las recomendaciones del navegador no siempre son las más acertadas.
