Cuando empieza a llover después de un período seco, un fenómeno peligroso surge en las carreteras: la aparición de espuma. Este suceso, poco conocido para muchos conductores, puede aumentar significativamente los riesgos al volante. No es solo el agua en la vía lo que representa un peligro, sino que ciertos factores contribuyen a la formación de espuma, reduciendo la adherencia del vehículo al asfalto y creando condiciones peligrosas. ¿Qué origina esta espuma y por qué deberías preocuparte?
5Cómo prevenir accidentes
La prevención es clave para evitar accidentes en condiciones de lluvia y espuma. Mantener los neumáticos en buen estado es fundamental, ya que un buen dibujo en la banda de rodadura asegura una mejor tracción incluso en superficies resbaladizas. Si tus neumáticos están desgastados, reemplazarlos antes de la temporada de lluvias puede hacer una gran diferencia en la seguridad al volante.
Otro aspecto crucial es adaptar la velocidad a las condiciones del clima y de la carretera. No importa si la vía permite una velocidad de 100 km/h; si las condiciones no son seguras, lo mejor es reducir la velocidad y manejar de manera preventiva. Por último, asegúrate de que los sistemas de frenado y dirección de tu vehículo estén en buen estado, ya que estos juegan un papel esencial en la prevención de accidentes.
