El plan de transformación y resiliencia que el gobierno de Pedro Sanchez aprobó tras la pandemia, recoge la implementación de peajes en carreteras de alta densidad y velocidad, sean autopistas o autovías, indistintamente, con fundamento en el necesario mantenimiento de la red viaria nacional.
Esta medida que supuso el debate popular y político, no ha dejado de ser controvertido por las contradicciones que se manifiestan entre la dirección general de Trafico y el ministerio de turno, es decir de movilidad urbana y transportes.
Según un estudio de Alphabet, un 91% de los españoles están en contra de la implementación de peajes en autovias. Un 28% de los españoles cree que el pago por el uso de las autovías incrementaría el uso de las carreteras secundarías, a pesar de los altos índices de siniestralidad.
3El triple de siniestralidad no asusta al conductor español
Ante esta situación, preocupa que la mayoría de los siniestros en carretera en lo que llevamos de año hayan sido en estas vías, según la DGT. Solo en el mes de junio, 67 personas perdieron la vida en carreteras secundarias, frente a las 23 que fallecieron en autopista o autovía. En lo que llevamos de 2023, son 123 personas las que han fallecido en autopistas y autovías y 387 en el resto de las carreteras, cifra que triplica la siniestralidad en estas vías.
Este dato cobra especial relevancia teniendo en cuenta que, según datos del Foro de Movilidad de Alphabet, 7 de cada 10 españoles estarían dispuestos a cambiar su ruta a una carretera secundaria, a pesar de su mayor índice de siniestralidad, si tuviesen que pagar por el uso de las autovías.