Los últimos estudios sobre las temperaturas medias en España a lo largo del verano oscilan entre los 22 y los 27 grados en la zona de costa. Sin embargo, aquellos menos agraciados y que vivimos en el interior de la península, nos topamos con una temperatura que aumenta entre los 29 y los 31 grados. Detalle sin duda alguna que hace prácticamente obligatorio el uso del aire acondicionado en el coche. Más aún en esos cálidos meses donde el sol hace de las suyas
A día de hoy no hay ningún turismo que se venda en España y que no cuente en su dotación de serie con un sistema de aire acondicionado. Hasta Dacia ofrece en todos sus modelos este componente, prácticamente indispensable en nuestro país. No sólo por el confort que aporta el aire acondicionado en el coche, sino porque también es un extra en seguridad.
Y para que estés al tanto te contamos algunos detalles sobre este elemento, tanto para un correcto funcionamiento, como para un buen mantenimiento. Y todo ello hará además que le saques el máximo partido, sin derrochar carburante.
5Se recomienda usarlo incluso en invierno
Aunque la inmensa mayoría de los conductores solo se acuerdan del aire acondicionado en el coche en los meses más calurosos del año, lo cierto es que este componente resulta muy útil durante el resto de la temporada. Y es que en las épocas más húmedas y lluviosas como pueden ser los meses de otoño e invierno, el aire acondicionado es un ‘arma’ perfecto para eliminar la condensación en los cristales. Tanto es así que al activar la función del desempañado de la luna delantera, muchos sistemas de climatización activan el aire acondicionado. Así se reduce de forma drástica el tiempo que se emplea para desempañar tu luna. Y gracias a ello también se aumenta la seguridad.
A diferencia de lo que se suele pensar. En estas situaciones no debes seleccionar el aire caliente. Y es que un alto contrate de temperaturas, frío en el exterior y calor en el interior, puede provocar que el cristal de tu vehículo se resquebraje o incluso que llegue a romperse.
Por último, activar el aire acondicionado en momentos puntuales del invierno ayudará a mantener en plenas facultades al sistema y detectar alguna posible sorpresa antes de que llegue el duro verano.