En España, salir a tomar una cerveza es casi un ritual. No importa si prefieres una Estrella Galicia bien tirada, una Mahou fresquita o una San Miguel con su característico toque de malta. Lo que sí importa a muchos es su precio: ¿te imaginas pedir una y que te cueste 1.000 €?
No, no estamos hablando de una exclusiva edición limitada con ingredientes exóticos, ni tampoco de ninguna botella servida en un lujoso restaurante con vistas al mar. Hablamos de una caña normal, de las que tomas con amigos en un bar cualquiera. Una cerveza que podría salirte carísima. En este artículo, te explicamos por qué.
2Una caña que te puede saber muy amarga

Con la nueva normativa, los conductores que den entre 0,1 mg/l y 0,25 mg/l en aire espirado (0,1 – 0,4 g/l en sangre) se enfrentarán a una multa de 200 € y la pérdida de dos puntos en el carnet de conducir. Si se superan los 0,26 mg/l (0,5 g/l en sangre), la sanción sube a 500 € y la retirada de cuatro puntos del permiso.
Pero lo más grave viene si excedes los 0,5 mg/l en aire o 1 g/l en sangre: en ese caso, la multa alcanza los 1.000 € y la pérdida de seis puntos. Y si llegas a 0,6 mg/l en aire (1,2 g/l en sangre), podrías enfrentarte a penas de prisión de hasta seis meses, trabajos comunitarios y la suspensión del carnet por un período de hasta cuatro años.