Conducir es una actividad cotidiana para millones de personas en todo el mundo; pero para un porcentaje significativo de la población, se convierte en una fuente considerable de estrés. Según un reciente estudio realizado por EasyPark, el 75% de los españoles asegura sentirse estresado al conducir. Las mujeres parecen llevarse la peor parte: un abrumador 80,5% de ellas declara sufrir ansiedad al volante, frente al 69,5% de los conductores hombres. Pero, ¿qué es lo que está provocando esta diferencia en la experiencia de conducción entre géneros? En este artículo, ahondamos en la cuestión.
1El gran desafío de la movilidad urbana: aparcar
Uno de los principales factores que contribuyen al estrés es la dificultad para encontrar aparcamiento. Se estima que los conductores pasan una media de 2.500 horas de su vida buscando dónde estacionar, lo que equivale a una cantidad significativa de tiempo dedicado a una tarea aparentemente sencilla.
El 30% del tráfico en las ciudades está relacionado con vehículos buscando aparcamiento. Las mujeres, al igual que los hombres, enfrentan este desafío diariamente. Pero en ellas, la presión social intensifica la ansiedad. La falta de estacionamiento se convierte en una fuente de estrés constante, exacerbada por tener los ojos de conductores hombres clavados en ellas y la sensación de que se agota el tiempo.
