A medida que el calor abrasador del verano se disipa, también lo hacen los viajes largos y las aventuras por carretera. Sin embargo, para muchos conductores españoles, el final del verano trae consigo una preocupación recurrente: las averías de sus coches. Este verano, en particular, no ha sido amable con nuestros vehículos.
Según datos recientes de Carly, las averías han aumentado un 10,2% entre junio y agosto de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. ¿Qué ha causado este incremento? Un desgaste acumulado y las condiciones climatológicas extremas parecen estar detrás de la mayoría de estos problemas, afectando tanto al motor como al confort en la cabina.
3Mantén tu coche en forma después del verano.
Después de un verano de uso intenso, es imprescindible que tu coche reciba una revisión exhaustiva. Aunque estos meses están marcados por la aventura, también pueden ser muy duros para los vehículos, sobre todo si el coche tiene más de 10 años. De hecho, según algunos estudios, alrededor del 70% de las averías ocurren en coches que superan esa edad.
Uno de los primeros pasos que debes tomar es verificar los niveles de fluidos esenciales como el refrigerante, el aceite y el líquido de frenos. Un mantenimiento adecuado de estos fluidos ayuda a prevenir sobrecalentamientos y fallos mecánicos. También es esencial revisar los neumáticos, asegurándote de que la presión y el estado de la banda de rodadura sean óptimos para garantizar una conducción segura.
Los frenos son otro elemento que no debes pasar por alto. Las altas temperaturas y el uso intensivo durante los viajes pueden afectar su rendimiento, reduciendo su eficacia en situaciones críticas. Igualmente, la batería del coche debe ser revisada, ya que el calor del verano puede reducir su vida útil. Para finalizar, asegúrese de que el sistema de climatización funcione correctamente, lo que incluye tanto el aire acondicionado como la calefacción, ya que pronto estarás enfrentando temperaturas más frías.
