2,24 millones de conductores confiesan haberse puesto al volante tras haber consumido cocaína. Una cifra preocupante a la que se añade el hecho de que el 13% de los automovilistas fallecidos en accidente de tráfico (uno de cada ocho) a los que se les hizo el test toxicológico en 2023 dieron positivo en cocaína, una proporción que se ha incrementado un 54% en la última década.
Son algunos de los llamativos datos que revela el estudio ‘Stop cocaína: una adicción mortal. Presencia e influencia de la cocaína en los accidentes de tráfico (2013-2022)‘, que ha elaborado la Fundación Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial).
1Perfil del conductor fallecido y que da positivo en cocaína
El informe cita al European Monitoring Center for Drugs and Drugs Addiction, para revelar que nuestro país es el segundo de todo el continente en el consumo habitual de cocaína, solo superado por el Reino Unido.
Entre los datos destaca que el 52% de los conductores a los que la Guardia Civil sometió a test de drogas el año pasado (más de 100.000 pruebas) dio positivo, un porcentaje que en el caso de la cocaína llega al 19%. Además, entre los conductores fallecidos, el 52%, es decir, más de la mitad, dieron positivo en drogas, alcohol o psicofármacos en los análisis forenses del Instituto Nacional de Toxicología.
Según los investigadores, al contrario de lo que se pueda pensar, el perfil del conductor fallecido en accidente de tráfico tras haber consumido cocaína, no es el de un joven, sino que son mayoritariamente hombres (un 97%) de entre 35 y 54 años que circulaban principalmente con turismos o motos.
Según indican, los accidentes suelen ocurrir en época de ocio (por la noche, en verano y en fin de semana) y son principalmente vuelcos, choques frontales o golpes contra obstáculos. Además, los conductores suelen mezclar la cocaína, preferentemente con alcohol o psicofármacos.
El estudio de la Fundación Línea Directa y la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) ha tomado como base los datos del Instituto Nacional de Toxicología, los controles de la Guardia Civil en carretera y las respuestas obtenidas de una encuesta realizada a 1.700 automovilistas.