El Govern de Catalunya ha dado un paso más en la lucha contra la contaminación al aprobar un proyecto de bajas emisiones más estricto que el actual, porque nos hace volver a echar un vistazo a las etiquetas. Este plan, liderado por David Mascort, consejero de Acción Climática de ERC, tiene como objetivo reducir la polución en las ciudades catalanas con más de 50.000 habitantes, las más afectadas por este problema.
Este nuevo proyecto no solo busca proteger el medio ambiente, sino también mejorar la calidad del aire en las zonas urbanas más pobladas. Para lograrlo, se plantean medidas contundentes que afectarán a la circulación de vehículos en determinadas áreas. Ojo a los coches con etiqueta B.
2Impacto en la movilidad urbana
La prohibición de los coches con etiqueta B ambiental en las ZBE tendrá un impacto notable en la movilidad urbana. Aquellos conductores que posean este tipo de vehículos deberán adaptarse a las nuevas normativas y buscar opciones más respetuosas con el medio ambiente para sus desplazamientos diarios.
Es probable que esta medida impulse el uso de transporte público, la movilidad compartida y los vehículos eléctricos como alternativas viables para la circulación en áreas urbanas. Además, podría fomentar el desarrollo de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos y otras soluciones de movilidad sostenible.