La evolución de los volantes de Fórmula 1 a lo largo de los años es un reflejo de la impresionante transformación tecnológica que ha experimentado este deporte. En los primeros años del campeonato, en la década de 1950, los volantes de los monoplazas no eran muy diferentes a los de un coche de calle. Fabricados en madera y aluminio, estos volantes proporcionaban el control básico necesario para que pilotos legendarios como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss maniobraran sus vehículos en las pistas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las exigencias y avances tecnológicos en la F1 demandaron una evolución significativa en el diseño y funcionalidad de estos. En la década de 1960, aunque la tecnología seguía siendo relativamente básica, empezaron a estar forrado de cuero para proporcionar un mejor agarre. Esta mejora, aunque simple, representó un avance importante en términos de control y comodidad para los pilotos.
La llegada de los botones a los volantes de la Fórmula 1
Hacia mediados de los años 70, los volantes comenzaron a incorporar el primer botón, un interruptor de emergencia para apagar el motor en caso de que se produjera un problema con las correderas de aceleración de los motores de Fórmula 1. Este desarrollo fue crucial para la seguridad, permitiendo a los pilotos detener rápidamente el motor y evitar posibles accidentes.
La década de 1980 trajo consigo una serie de innovaciones que cambiaron radicalmente el diseño y uso de los volantes. El cuero se convirtió en el material preferido para el recubrimiento, mejorando significativamente el agarre y el control. También comenzaron a personalizarse según las preferencias de los pilotos. Por ejemplo, Nigel Mansell prefería un agarre más grueso debido a la fuerza que ejercía al manejar. Además, se introdujo el mecanismo de desenganche rápido, una característica esencial para facilitar la salida rápida de los pilotos en caso de emergencia.
Los últimos cambios hasta llegar a la actualidad de la Formula 1
Los años 90 vieron la introducción de la caja de cambios semiautomática, una verdadera revolución en el deporte. Ferrari fue pionera en este cambio en 1989, sustituyendo el pedal del embrague por dos levas detrás del volante. Esta innovación no solo permitió a los pilotos cambiar de marcha más rápidamente, sino que también ahorró espacio y redujo el peso del monoplaza.
A medida que la tecnología continuó avanzando, el cambio de siglo trajo más botones y funciones al volante, permitiendo a los pilotos ajustar una multitud de parámetros durante la carrera. En 2014, con la llegada de los motores híbridos, se añadió una pantalla LCD al volante, proporcionando a los corredores de la Formula 1 acceso en tiempo real a una vasta cantidad de datos para tomar decisiones estratégicas. Más recientemente, en 2020, Mercedes introdujo el innovador sistema de dirección de doble eje (DAS), que permitió a los pilotos ajustar la alineación de las ruedas delanteras mientras conducían.
