Llega la Navidad o el verano y ocurre siempre lo mismo en los centros de examen de la Dirección General de Trafico, DGT. Las vacaciones del personal producen «una reducción significativa de la capacidad de examen de las jefaturas y provocan listas de espera inadmisibles«. La falta de personal administrativo y examinador afecta desde hace tiempo a la DGT, un problema que «se arrastra desde hace décadas» y que se agrava en vacaciones creando un tapón en los exámenes de conducir, según denuncian desde la Confederación nacional de Autoescuelas (CNAE).
La CNAE urge al Gobierno a acabar con este problema que «lleva a una precaria situación al sistema de exámenes de conducción en España». La Navidad y el verano son las épocas de mayor demanda de exámenes por parte de los alumnos, pero el problema no solo es estacional. En la comunidad valenciana, el Partido Popular denunciaba hace unos días el tapón existente para obtener el carné de conducir en la región, pidiendo a la DGT que adoptara medidas urgentes. Cifraba en 30.000 los alumnos pendientes de examinarse y en cuatro meses el tiempo de espera para hacerlo.
“En España faltan entre 2.500 y 3.000 profesores. Un problema que se ha cronificado en los últimos tiempos porque la Dirección General de Tráfico (DGT) lleva sin emitir ningún certificado para instructor de formación vial desde hace casi cuatro años, denunciaba el portavoz de movilidad y transporte del GPP, José Forés.
El tapón de la DGT es un problema nacional
El caso de la comunidad valenciana es solo un ejemplo de lo que ocurre en el resto del país donde, las medidas adoptadas para paliar las demoras han sido insuficientes, según explica la CNAE para quien «las autoridades se han limitado, en el mejor de los casos, a aplicar medidas paliativas, en lugar de abordar el origen del problema».
Para la confederación de autoescuelas, «las jefaturas de Tráfico sufren una penuria operativa generalizada» debido a la escasez de personal administrativo y examinador y al hecho de que la gestión del sistema de exámenes «adolece de una falta de eficiencia y agilidad para resolver circunstancias puntuales, como por ejemplo las bajas o los periodos vacacionales del personal, que generan cuellos de botella y se traducen en largas colas de espera para los exámenes prácticos». Una situación que no solo perjudica a los alumnos que quieren sacar el carné, sino también al personal de las jefaturas, a las autoescuelas y a otros sectores, «que acusan el impacto negativo en su competitividad y empleabilidad», añaden.
Un problema que afecta también en mayor medida a la denominada España vaciada, en la que habitualmente los jóvenes esperan a los períodos de vacaciones para examinarse del permiso de conducir en su provincia.
«Es inaceptable que, a pesar de las constantes advertencias de CNAE, la Administración no preste la suficiente atención dada la gravedad del problema. Esta falta de soluciones directas no solo ignora las necesidades del sector, sino que también pone en riesgo la formación de los futuros conductores», añaden desde la CNAE, pidiendo a la DGT acciones concretas y un «compromiso real» para mejorar el sistema de exámenes de conducción.
